Decisión

Mi niño con voz de hombre,
mi hombre corazón de niño,
la pureza se escapa por tus ojos,
la malicia rebosa en tus labios.

Tus labios… finos caminos,
me guían al umbral de la desdicha.
Te añoro en silencio, lejana dicha…
besar tu frente, desafiar al destino.

Si he de ser tuya, si has de ser mío,
que lo decida Dios y no el deseo,
que lo decida la luna que a mi te trajo,
que lo decida el mar que de mi te aleja.

Mi niño... manos de hombre,
me quema el anhelo de tus besos,
me consume la ausencia de tus brazos,
me aniquila el rumor de tu silencio.

¡Si has de ser mío que lo decida Dios!
¡Que lo decida él y no mis temores!
¡Que lo decida él y no tus deseos!
¡Que lo decida él y no las aguas que te alejan!

Comentarios

Entradas populares